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PRIVATIZAR ABSOLUTAMENTE TODO
Actualizado: 18 feb 2020
Esta es la lógica del sector público: cada vez que un programa va mal, hay que tomar más dinero de la población. El fracaso de una iniciativa estatal significa que debe ser recompensada con más dinero confiscado a la población. Exactamente lo contrario de lo que ocurre en la iniciativa privada, donde el fracaso es castigado y el éxito es recompensado con mayores beneficios.

Fernando Chiocca
"Sí, privatizar es importante. Pero el estado desempeña un papel fundamental en la prestación de servicios esenciales, como agua, alcantarillado, recogida de basura y policía."
Este es el pensamiento estándar de las personas que no se encuentran completamente idiotizadas por la ideología marxista y que al menos admite la importancia de las privatizaciones.
"Seguramente hay que privatizar Telebrás y Electropaulo, y quizá hasta Petrobrás y el correo. Pero Sabesp y la policía, nunca. ¿Qué sería de los pobres?!"
todavía algo más científico: "Algunos de estos servicios son monopolios naturales, por lo que el estado debe asumir el monopolio del suministro de algunos de ellos."
Al mismo tiempo que estos abnegados defensores de los pobres — auténticos heraldos de una pseudociencia económica — siguen apegados a estas ideas, los pobres, superando las buenas intenciones y las falacias económicas establecidas, les dan la espalda y van consiguiendo algunas cosas.
A pesar de los altos impuestos, las regulaciones, la burocracia y las barreras a la importación, en Brasil no existen empresas estatales monopolistas fabricantes de televisión, neveras, microondas, celulares, coches, muebles e inmuebles. Por otra parte, servicios como el alcantarillado, la policía, el agua y la recogida de basura son prestados por monopolios estatales protegidos contra toda competencia. (En el caso de los residuos, el servicio lo hacen generalmente empresas privadas, que obtienen una concesión monopolística de los gobiernos locales).
Y luego viene la pregunta: entre estos dos arreglos, ¿Cuál es al que los pobres pueden acceder? El reportaje de Folha de São Paulo del pasado sábado nos responde:
Las Casas tienen más TVs y menos red de alcantarillado en 11 Estados de Brasil
Casas con TV, DVD, computadora, auto y moto, pero sin alcantarilla y sin recogida de basura.
Los datos de la Pnad (búsqueda Nacional por muestra de domicilios), del IBGE, muestran que, mientras en el país avanza la presencia en las residencias de bienes duraderos, como los electrónicos, buena parte de los Estados se paralizan —o incluso retroceden— en servicios como agua, alcantarillado y recogida de basura.
De 2011 a 2012, 14 Estados tuvieron una reducción en estos servicios (en 11 la red de alcantarillado no tuvo ningún mejora); sólo dos retrocedieron en bienes duraderos. En la media nacional, hubo crecimiento o estabilidad, dependiendo del item.
Y ahora vean qué hallazgo más impresionante: en la práctica, esta caída muestra que el aumento del número de viviendas no va acompañado del mismo aumento en las políticas públicas.
¿Cuál es el "misterio" que explica esto? ¿Es porque el sector público no se guía por el sistema de beneficios y pérdidas, lo que hace que no tenga ningún incentivo para satisfacer las demandas de los consumidores? ¿O es que los habitantes de las regiones pobres no están "votando bien"? Según parece, en las elecciones cotidianas que tienen lugar en el mercado, donde cada real cuenta como un voto decisivo para elegir el producto que van a adquirir, los votos están siendo muy conscientes.
¿Qué hay de las preocupaciones de nuestros defensores de los pobres por el mercado maligno y los intereses de las grandes empresas? "Si el estado no supera los intereses económicos y provee saneamiento básico para los más pobres, éstos se quedarán sin alcantarillas y sin agua."Parece que estas personas necesitan tomar un shock de realidad antes de emitir cualquier otra opinión. Vean lo que dice el reportaje: uno de los mayores obstáculos sigue siendo la red de alcantarillado. En total, 11 Estados han retrocedido en el acceso a este servicio. En el Piauí, el porcentaje de casas con acceso a las redes de alcantarillado fue del 4% al 2,8%, caída del 29%.
¿La excusa de los parásitos estatales? Siempre es la misma: para los Estados, la dificultad reside en la falta de recursos.
En otro lugar dicen que es "el masivo traslado" de residentes de la zona rural a la periferia de las ciudades lo que trae consigo aumentos en la demanda de mas servicios.
La escasez de recursos también es considerada como justificación en los Estados, como el Piauí, en los que la mayoría de las casas no tienen red de alcantarillado. Cosanpa, la compañía de saneamiento de Pará, uno de los Estados con mayor caída en el índice de viviendas con alcantarillado, dice que ha mejorado la red desde 2008, pero se enfrenta al crecimiento de la población.
Esta es la lógica del sector público: cada vez que un programa va mal, hay que tomar más dinero de la población. El fracaso de una iniciativa estatal significa que debe ser recompensada con más dinero confiscado de la población. Exactamente lo contrario de lo que ocurre en la iniciativa privada, donde el fracaso es castigado y el éxito es recompensado con mayores beneficios.
Mientras el sector privado reacciona a un aumento de la demanda con satisfacción, el sector público reacciona al mismo fenómeno con amenazas. Mientras que el sector privado siempre está pidiendo un aumento de la demanda, compitiendo tenazmente por los consumidores, el sector público siempre está culpando y castigando a los consumidores por utilizar demasiado los servicios o incluso por existir como consumidores.
¿Puede alguien imaginarse a Coca-Cola gastando millones en propaganda pidiendo que la gente beba menos Coca-Cola? ¡Porque eso es lo que hacen los monopolios estatales del suministro de agua, gastan millones en campañas pidiendo a la gente que ahorre agua! "Pero si las empresas privadas suministraran agua, los empresarios codiciosos cobrarían lo que quisieran y los pobres no tendrían acceso al agua". Mientras los "defensores de los pobres" se quedan con estas divagaciones, los pobres tienen acceso a Coca-Cola y no al agua.
Y en cuanto a "cobrar lo que quieran", el monopolio estatal del suministro de agua ya ha llegado a un nivel tan absurdo que en São Paulo es más barato comprar agua de un camión que de la tubería de Sabesp. Así es: el uso de un camión cisterna, el pago del conductor, la gasolina y el peaje, y la compra del agua en una fuente cercana, todo esto es más barato que el transporte por tuberías. Y no podemos ignorar el coste extra del mercado negro, porque, como Sabesp tiene el privilegio monopolístico en el suministro de agua, es ilegal competir con ella en la venta de agua para inmuebles. Sin embargo, cientos de propiedades en São Paulo llenan sus cajones de agua todas las noches con camiones-cometa en lugar de comprar el agua de Sabesp por la tubería.
El reportaje de Folha continua con el ejemplo de Jorge De Souza, conductor de autobús residente de Manaus:
"La vida ha mejorado mucho. Ahora incluso viajamos a la Fortaleza cada fin de año. Pero la situación en el barrio sigue siendo complicada", afirma Souza, que vive con su madre, su mujer y un hijo frente a un riachuelo en el barrio San Jorge, en la zona oeste de la capital del Amazonas.
La basura se acumula en las orillas del canal, no hay recogida de aguas residuales y la precaria iluminación se suma la sensación de inseguridad — su casa ya ha sido invadida dos veces.
En el garaje, una lona oscura esconde un viejo sueño, el auto que compró el pasado febrero.
Dentro de la casa hay refrigerador, televisión y otros electrodomésticos. Todos nuevos.
"La mayoría de los productos que compré se quedaron con mi ex esposa", cuenta Souza. "Pero, poco a poco, estoy comprando todo de nuevo."
Jorge consiguió comprar casa, coche, electrodomésticos (dos veces) y viaja todo el año, pero no puede comprar saneamiento básico, seguridad y tiene que vivir en medio de la basura, porque la regida esta monopolizada.
¿Qué sería de los pobres si todo se privatizara? Basta con ver el ejemplo de Jorge. Puede obtener los bienes y servicios del mercado privado. No puede obtener los bienes y servicios suministrados por el monopolio público.
Sería bueno que aquellos benevolentes preocupados por los pobres — que forman parte de una minoría que tiene saneamiento básico en su domicilio — lanzaran sus ideas estadísticas en sus vasos sanitarios, activaran el vertido y pasaran a defender la única solución definitiva a los problemas sociales: libre competencia y privatización total.
Traducción de Leandro Morales